viernes, 3 de junio de 2011

Tengo miedo.

Tiene su lógica. Tengo miedo porque dentro de muy poco vuelve el verano. Es evidente que tengo muchísimas ganas de qué llegue por qué tengo muchos planes para hacer. Mi mejor amiga vive a 400 km de mí y se viene a mi casa un par de semanas a dormir y convivir conmigo, para que la distancia no se nos haga tan pesada. También me iré a Inglaterra como ya he dicho, que es lo que realmente más ilusión me hace, y mi prima y yo tenemos un festival de música que hacen en la playa pendiente, qué también se queda a dormir a mi casa. O sea, mucha gente pensará, ¡hostia, el verano perfecto!. Pero no lo será realmente, no lo será siempre y cuando tenga que volver a pasarme noches en vela, siempre y cuando no me pueda dormir y no deje de fumar en la ventana viendo como mis vecinos van bajando las persianas y se van a dormir, ajenos a sus problemas, nada les quita el sueño... Pero conmigo? Quién me ayuda a mí? Quién me quita mis problemas y hacen que sean más llevaderos? Nadie. No tengo a nadie. Bueno, mentira, mi prima es la única persona qué sabe qué es lo que siento y qué es lo que pienso en cada momento, pero no sirve de ayuda, por que me puede escuchar pero nunca me podrá ayudar ni me podrá entender a no ser que se ponga en mi piel llena de cicatrices.
Así que dime tú que hago yo este verano cuando se haga de noche y yo no tenga ya nada más que hacer, cuando ya no pueda distraer mi mente, cuando ya no tenga nada más en lo que leer. Dime entonces, qué haré. A eso es a lo que le tengo miedo, a eso.
Al tiempo libre, al "hoy no tengo nada que hacer", al "hoy puedo estar en el ordenador tranquilamente", al "hoy saldré a correr" y luego nunca consigo hacerlo, por qué soy una vaga de mierda y nunca cumplo lo que digo.
Por eso, tengo miedo a pensar que este verano no voy a volver a caer por que me conozco, y sé como soy, aunque no realmente del todo, por qué nunca consigo describirme con 4 palabras. Ni más ni menos.
Me doy tanto asco.... Mira, justamente, 4 palabras. Supongo que eso soy. Solo sirvo para darme asco.
Voy a intentar describirme en cuatro palabras. Caprichosa. Eso sí que lo tengo claro, caprichosa como la que más. Mis padres, mis abuelos y todo el mundo siempre me ha dado, desde pequeña, lo que pido al momento, así que es un rasgo mío, el querer una cosa y quererla ya. Y luego, por supuesto, olvidarla. Soñadora. Me encanta imaginarme cosas que posiblemente nunca pasen. Me gusta pensar en el futuro y diseñarmelo a mi gusto. Tengo muchísima imaginación, pero no sé cuál es el adjetivo que sale del sustantivo imaginación, así que se queda en soñadora. Mentirosa. Es evidente. Lo hago día a día para poder sobrevivir. Desde pequeña estoy acostumbrada a hacerlo a casi todas horas y es una coraza que me he creado yo misma, qué me ayuda a mantenerme moralmente a la vista de los demás. Ellos creen que soy de una manera de la que realmente no soy, pero no les muestro la verdad, sólo se la maquillo y les digo que todo está bien y que soy como ellos piensan. No hay más. (Aunque en este Blog intento poner las mínimas mentiras posibles, y de momento, creo que no he escrito ninguna todavía.) Y el último rasgo sobre mí es el que más me está costando. Quizás no lo tenga del todo claro. ¿Divertida? ¿Lo contrario de valiente? ¿Realista (o negativa)? No lo sé. Soy demasiado joven para acabar de definirme del todo.
Quizás consiga hacerlo cuando dé por acabado el blog. 



  • Y por lo demás sigo comiendo como una puta gorda y gracias al estrés que llevo estos días de exámenes ni engordo ni adelgazo. Me mantengo en los 64 kg. Aunque de vez en cuando noto notablemente la diferencia en mi cuerpo. Es más que evidente los cambios.
  • Y sí, sigo teniendo mis dudas en cuanto a la bisexualidad. Me aterra la idea de mantener sexo con un chico, y es más, me da asco. Pero deseo tenerlo con una chica. ¿Alguien que lo sea y con la que pueda hablar tranquilamente? A veces solo necesito alguien con quién hablar sin tener miedo...
Y ahora unas thinspo's y me pasaré a ver como vais. Os quiero princesas.